miércoles, 3 de agosto de 2011

Historia de Maldonado


Historia de Maldonado

Indice
- Historia de Maldonado
- La Aguada
- La Catedral San Fernando de Maldonado
- Torre del Vigía
- Marco de los Reyes
- Cuartel de Dragones
         - Blandengues
- Bibliografía



Historia de Maldonado

El origen del nombre Maldonado se remonta a enero de 1530 cuando el navegante italiano al servicio de España Sebastián Gaboto partió definitivamente hacia Castilla, dejando en la actual bahía de Maldonado al Teniente Alguacil de la nave capitana "Santa María del Espinar", Francisco Maldonado.

El gobernador de Montevideo comienza a preocuparse por lo inevitable la invasión portuguesa, y la entrada de buques al Rio de la Plata, y decide acudir al apoyo del rey, enviándole un Oficio en julio de 1754, en el que expresaba su malestar ante el ligero avance de los portugueses que ya se hacían con un establecimiento en la abadía del Chuy

Viana proponía que se levantaran dos poblados, el primero en Maldonado y el segundo en Minas, para controlar la situación y a lo que se podría llegar si se destinaban fondos suficientes por parte de la Real Hacienda. El fin primordial sería auxiliarse de forma mutua y servir de barrera ante posibles ofensivas provenientes de Río Grande.

La importancia estratégica de la bahía de Maldonado llevó al gobernador de Montevideo, Joaquín de Viana, a levantar una población precaria de 13 vecinos (sin contar mujeres ni hijos) en las cercanías de la Laguna del Diario, en el año 1755, fundando el asentamiento de “La Caballada Rey del Diario”. 

En este dicho lugar existía buenas tierras para el cultivo, pasturas para los animales, agua y leña abundante, allí hicieron sus ranchos y una capilla provisional todo muy pequeña y muy débil techada de paja.

En cuyo paraje se mantuvieron como cerca de dos años, en 1757 se mudaron al emplazamiento donde se encuentra actualmente la capital departamental, y se sumaron siete familias de indios de las Misiones, allí se creó un afincamiento civil y militar definitivo en la actual bahía y, posteriormente, en la Isla Gorriti.

Este nuevo territorio tenía el beneficio de estar más cerca del puerto, allí instalaron sus ranchos, y otra capilla provisoria de paja, en el actual lugar de la Catedral. Esta se levo a cabo con el esfuerzo de los propios pobladores, algunos acercaban paja, otros maderas de los arroyos, un hacendado del pago de Pan de Azúcar y Montevideo dono un poco de tejas, y así se pudo concluir la expresada capilla, aunque muy  imperfecta y poco decente, la cual al poco tiempo habría de arruinarse, ya que realmente era mala la construcción, era muy frágil la estructura y la calidad de su materiales.

Fue preciso reedificarlo, levantarla de nuevo y esta nuevamente se volvió a arruinar. Esta nunca salió de ser una pobre edificación, poco decente con continuas goteras en el techo, allí se celebraban igual las misas y los actos religiosos.

Se comenzaron a delinear las calles, la plaza, se repartieron los solares, todo con la forma de damero.

La plaza principal estuvo desde los inicios de la ciudad en la misma área que hoy se encuentra. Nunca estuvo unida a la Iglesia, tenía cuatro calles que la circunvalaron y la de la iglesia era una de ellas.

Los edificios que contorneaban la plaza fueron los mas importantes según los acontecimientos históricos de la ciudad, ellos eran: la iglesia, funcionando sucesivamente en dos lados, pero siempre enfrente a la plaza: primitivamente ocupaba un rancho en el lugar que ocupa hoy la catedral.

Los otros edificios alrededor de la plaza: la Comandancia Militar, el Ministerio de Real Hacienda, el Cuartel de Dragones, y durante un tiempo el Cabildo que funciono en una casa alquilada, también frente a la plaza por la actual calle Florida.

Viana pasaría desde ese momento a exigir igualdad de condiciones y buen trato a los nuevos colonos de Maldonado, tal y como se había dado con los primeros habitantes montevideanos.

El pueblo recibió el nombre de Maldonado que, desde tiempo inmemorial, había sido adjudicado tanto a la isla como a la bahía. Poco después, y en homenaje al rey Fernando VI, se comenzó a emplear la terminación de San Fernando de Maldonado.

La Aguada es una conocida cañada de agua, que desemboca  en la playa Las Delicias, también ha recibido el nombre de “La Turbera”, aludiendo a la explotación de turba que se desarrollos en su riberas desde fines del siglo XIX y hasta las primeras décadas del siglo XX.

La denominación “La Aguada” igualmente tiene un origen más antiguo y se vincula directamente al aprovisionamiento de agua dulce que realizaban los barcos que surcaban la bahía y el Rio de la Plata, los cuales se detenían “hacer aguada”.

Con el asentamiento y fortificación se impidió a los enemigos de la Corona el acceso a este importante punto de agua potable, puerto y leña. En el entorno de la cañada se estableció el primer puerto con el que conto Maldonado.

La Catedral San Fernando de Maldonado: edificio de estilo neoclásico. Su creación tuvo lugar allá por 1801, cuando la Junta de la Real Hacienda de Buenos Aires envió los primeros $6.000, con los cuales don Rafael Pérez del Puerto dio inicio a la construcción.

Se fundó en octubre de 1895 por obra del Arzobispo montevideano, el Dr. Mariano Soler (nacido en San Carlos). El altar mayor representa el trabajo de Antonio Veiga, que obtuvo dos premios en la exposición continental llevada a cabo en Buenos Aires hacia 1882.

La imagen de la Virgen del Carmen situada en el extremo superior del altar, fue propiedad del Vapor "Ciudad del Santander", que naufragó en las proximidades de Isla de Lobos en 1829. El Marqués de Comillas, su legítimo propietario, donó la imagen que hoy recibe la veneración a la Virgen y sobre cuyo soporte el pintor uruguayo Carlos de Santiago, representó al barco "Ciudad del Santander".

Torre del Vigía: fue edificada por Don Rafael Pérez del Puerto en 1800. Tiene cinco metros de lado y trece de altura. Su fin era el de observar el río de la Plata e informar al gobierno de Buenos Aires sobre cualquier ingreso marítimo al estuario bajo su jurisdicción. Según cuentan leyendas locales, existía bajo la torre una entrada a un complejo de túneles que comunicaban ésta con el Cuartel de Dragones y la Catedral. Estaba destinado a usarse en casos de emergencia e invasión.

Marcos de los Reyes: instalado en 1752 para servir de límite entre las posesiones españolas y portuguesas de acuerdo a lo redactado en Madrid en 1750. Existían varios de ellos, que marcaban los límites acordados en el Tratado de Tordesillas y el de San Ildefonso, resultados entre otras tratativas diplomáticas, de la Bula del Papa Alejandro VI (Rodrigo Borgia o Borja) de origen valenciano. Es de mármol blanco salpicado en color rosado, y fue fabricado en Lisboa, esculpido con fechas y nombres de los monarcas de aquel entonces, los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla y Juan II de Portugal.

Cuartel de Dragones o Blandengues: el levantamiento de este edificio se produjo en marzo de 1771 y culminó en 1797. Fue planificado por Bartolomé Howel, un ingeniero español, quien lo sobrellevó en su primer tramo.

Está emplazada en la manzana número cinco de la ciudad, el edificio estaba programado para albergar de quinientos a seiscientos soldados, que tendrían el cometido de auxiliar a la fortaleza de Santa Teresa o la plaza-fuerte de Montevideo.

 En él se inició el General José Gervasio Artigas, prócer nacional uruguayo como blandengue, al servicio de la corona española.

Blandengues: Cuerpo militar formado en 1797 por el virrey del Río de la Plata, Pedro Melo de Portugal (que era español). 

Tenía por fin, defender a los hacendados contra los ladrones de ganado, contrabandistas e indios.         
 
Artigas, hasta entonces un prófugo, ingresó al cuerpo acogiéndose a una amnistía.

Bibliografía:

-      Historia de Maldonado, Tomo I y II, de María A. Díaz de Guerra, Edición Intendencia Municipal de Maldonado.
-      Retrospectiva, Crónicas de Maldonado, de Fernando Cairo Sola.
-      www.puntaweb.com

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